1- VOCES EN LAS ONDAS
Lee este cuento y grabate un podcast como si lo estuvieses contando tu. ¡ Acuérdate de entonarlo super bien!
Érase
una vez, en el país de las palabras, había tres amigas tomando un té.
Danza, Luz y Vida, eran amigas desde pequeñas, crecieron
juntas y nunca salieron del país “Abecedario”.
Allí, cada uno trabaja en algo diferente. Mármol, se dedicaba
a reparar las casa, Flor, era la encargada de decorar todos los jardines, Mar,
llenaba el país de una cristalina y dulce agua, y Danza, Luz y Vida, que
siempre habían sido muy jaleosas, ahora trabajaban como guardias de seguridad
de Abecedario.
Un día, Ramona, fue preocupadísima a su oficina, ¡alguien le
había robado la R!, y nuestras guardias al recibir la notica se pusieron manos
a la obra.
Quedaron por la tarde en la cafetería Dolores, donde siempre
iban a tomar un té, para investigar el caso. Pero, Danza, que siempre estaba
muy distraída no se acordaba que había que encontrar.
-
Danza: Lo siento chicas, pero yo… yo no me acuerdo
muy bien que letra era la “R”
-
Vida: Ais ais Danza… siempre te pasa lo mismo.
Pues la “R” es la “R” y si no la encontramos pronto, Ramona pasara a llamarse
Amona.
Luz, que era muy rápida, describió a la perfección cual era esa
letra
-
Luz: “ Erre con
erre de guitarra,
erre
con erre de carril,
rápido
ruedan los carros,
rápido el ferrocarril.”
-
Danza: ¡Aaaaaah! ¡Ya me acuerdo! Erre de Ramona.
Llevaban días buscando la “R”, estaban desesperadas. Les
parecía raro que alguien se hubiese llevado la letra, en el país Abecedario
nunca había pasado algo igual. Pasaban los días y no llegaban a ninguna
conclusión.
Una mañana, cuando iban a darlo por perdido, suena el teléfono
de la oficina. ¡Era Ramona! Se había acordado de que tal vez fue ella quien perdió
la “R”.
Sin prisa, pero sin pausa, cogieron su coche dirección casa
de Ramona.
-
Ramona: Danza… Luz… Vida… siento haberos hecho
perder el tiempo, pero creo que nadie me quito mi letra. Recuerdo que venía de
la peluquería, hacía mucho calor y para refrescarme me fui a dar un baño.
Margarita me acababa de arreglar las puntas de la mayúscula y no me la quería
mojar. Me la quité, la guardé y ahora no recuerdo donde la dejé.
Luz que, como he dicho antes, siempre era la más rápida,
respondió.
-
Luz: “ Cuando alguna cosa yo quiero
encontrar,
a mi amigo Mario voy a preguntar.
¿Dónde?,
¿Dónde?, ¿Dónde
¿Dónde
se esconde la Luna?
¿Dónde
se esconde el sol?
¿Dónde van las estrellas?
¿Dónde va el avión?
¿Dónde
está mi zapatilla?
¿Dónde guardé el
tazón?
¿Dónde dejé mis
gafas?
¿Dónde puse el
calzón?
Las cuatro cogieron el coche y se fueron a
ver a Mario. Le contaron el problema y Mario, como siempre, lo solucionó.
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